Cuando mi padre le dijo a mi madre Al niño lo dejamos aquí, yo estaba despierto.
Fue una noche de julio, una noche de tormentas en el mar y ventanas abiertas.
El aire era tan caliente, como si Dios se hubiera dejado el horno abierto.
No me podía dormir y miraba el reflejo de la luna en el marco de la ventana.
Y entonces escuché a mi padre decirle eso a mi madre.
Al principio no sabía a qué niño se refería ya que mi padre nunca me había llamado así.
Al día siguiente supe que aquel niño era yo.