martes, 16 de septiembre de 2008

mañana

Le sucedió a un amigo de mi padre.
Por la mañana su mujer le recordó: acuérdate que hoy recoges tú al niño.
Él le dijo que no se preocupase, que se acordaría de recogerlo.
Pero llegó la tarde y el padre se olvidó de recoger al niño.
Cuando llegó a casa, su mujer le preguntó: ¿has recogido al niño?
El padre le dijo que se había olvidado.
Entonces su mujer le recriminó: ¿cómo se te puede olvidar una cosa así?
Y el padre le contestó que no se preocupase, que no venía de un día, que ya lo recogería mañana.