Debí decir no, pero dije sí.
Luego me preguntaron si los zapatos blancos de la comunión me gustaban.
Debí decir no, pero dije sí.
Más tarde me preguntaron si estaba seguro de lo que quería estudiar.
Debí decir no, pero dije sí.
Años después me preguntaron si estaba realmente enamorado.
Debí decir no, pero dije sí.
Creo que alguien también me preguntó si me gustaba mi trabajo.
Debí decir no, pero dije sí.
Al final me preguntaron si había sido feliz en mi vida.
Debí decir sí.