martes, 1 de julio de 2008

no pude verlo

Alguien llamó a la puerta.
Me habías dicho que estaríamos solos pero alguien llamó a la puerta y tú fuiste a abrir.
Ni siquiera preguntaste si me importaba que te levantases de la mesa para ir a abrir la puerta.
Simplemente cuando alguien llamó a la puerta, tú te levantaste, dejaste a medias la cena y fuiste a abrir.
Estuviste un rato hablando con él, porque era él, no pude verlo pero era él.
Luego volviste a la mesa, te acabaste la cena, no nos miramos, no nos hablamos.
Te hubiese preguntado quién era.
Pero ya sabía que era él.